La ecologista Ribera obliga a la industria a renunciar al gas y usar energía sucia para producir luz
El Gobierno de Pedro Sánchez ha pedido a los españoles que se quiten la corbata, que piensen antes de abrir el frigorífico, que apaguen la luz de los escaparates de sus comercios o, directamente, que no utilicen el aire acondicionado. ¿El objetivo? Reducir el consumo de energía para hacer frente a las amenazas de Putin a Europa. Mientras, el Ejecutivo, además de dejar las luces encendidas de sus ministerios, obliga a la gran industria a renunciar al gas para producir su propia electricidad y fuerza a usar energías más contaminantes y menos eficientes.
Así lo ha explicado el director general de la Asociación Española de Cogeneración (Acogen), Javier Rodríguez, en conversaciones con este diario que ha asegurado que «con sus políticas, el Ministerio de Transición Ecológica -cartera de Teresa Ribera- está discriminando la cogeneración y está favoreciendo la producción de electricidad a través de los ciclos combinados y carbón, fórmulas mucho más contaminantes e ineficientes en materia de ahorro energético».
Pese a estar incluido en el borrador inicial, el Gobierno excluyó la cogeneración -producción conjunta de energía mecánica, eléctrica y térmica útil- del real decreto del tope al gas en el que se incluye un pago de la compensación a las empresas gasistas, que este domingo ha sido de 243 euros/MWh.
Una discriminación que ha provocado que la cogeneración asociada a la industria registre un desplome ya del 60% y pase de representar el 11% de la producción en España a tan sólo el 3%, según explica Rodrigo Álvarez, director de energía de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel).
La parada de la cogeneración -más económica y más limpia que los ciclos combinados o el carbón- amenaza con una nueva subida de los precios industriales por el aumento de los costes energéticos, que afectará sobre todo en los alimentos elaborados, cartón, papel, ladrillos o azulejos.
Ante esta situación, los cogeneradores piden renunciar temporalmente a sus retribuciones -un derecho que la ley reconoce- para acogerse al mismo régimen que cobran los ciclos, como sucede en Portugal, o bien que se retribuya a las cogeneraciones considerando el mismo precio del gas de mercado que el Gobierno sí reconoce a los ciclos combinados y no la mitad como ya planea.
El plan de ahorro, un fraude
«La cogeneración ahorra al año 15 TWh de gas, equivalentes al consumo de gas de dos meses y medio de todos los hogares y pymes de España o al de la industria española este mes. Si el Gobierno quiere reducir la demanda de gas, como le ha pedido Europa, debe contemplar ineludiblemente la cogeneración y el despilfarro de sustituirla por ciclos combinados», explica el director general de Acogen a OKDIARIO.
Para el sector, parar las cogeneraciones para favorecer a unos ciclos, que consumen un 30% más de gas, es «un fraude de ley» y «un grave error de política energética e industrial».
El origen pudiera estar en las expectativas del Ministerio de compartir los ingresos con los ciclos vía impuestos, contraproducentemente para la economía nacional y europea. En Europa -incluida Portugal que comparte el mecanismo de topado de gas-, las cogeneraciones funcionan al 100% con los mismos precios de gas de mercado que los ciclos.